viernes, 24 de febrero de 2012

Esas infimas vocecitas del interior que van desgustando sutiles repollos que navegan en un rio sin cauce, una llanura amarilla o una montaña que devino en monte. Como explicar que la inestabilidad devino en estabilidad, que lo burdo llego para quedarse, que de nada sirve, para que escribir quizas?. Son estas sensaciones que no te prometen ver, que ponen una ardiente flama por delante y un latigo por detras, todo parece un ataque y la coraza ya no resiste. Esa fiel tortuga que se va encorvando, desgastada por los años de un desinteres reinante, aquella persiana del fondo que nunca se abrio, que nunca dejo entrar exterior mas que en una diminuta parte, ese pequeño brote de abismo o nectar, aquella especie de incredulidad aspera. La pecera colapso, y los transparentes se sienten en las plantas de los pies, hacen llaga, encienden la mecha y la pocima no funciona...el agua no corrio, y la ensaladita del principio se dejo estar, marchitandose...con destino seguro de bolsa.

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