La invitación a no mirar el pasado no me agrada, es aquel decir de "la mugre abajo de la alfombra", la comodidad del humano de pretender solo proseguir hacia al futuro, en vísperas de un mundo de Blackberrys y asfalto, cuando de la tierra nace el árbol, del árbol llega el fruto. La política del callar o de vendar ojos o -por qué no- amordazar, el "esto no lo mires", el aquello está mal, hacé lo correcto, haz tu deber!. No estuve en espacio de tiempo "fuera" de mi habitualidad por mucho tiempo, pero si lo intenso suficiente para replantearme ideas impuestas por incapacidad propia algunas y por demagogos disfrazados de educadores otras. Ni bien emprendí vuelta, la encontré menos árida, siempre la mala hierba presente en formas de Cabeza grande o bigotes afeitados, queriendo apalear a aquellos que no conocen de propiedad privada, u otros que pernoctan las calles, pero cla, en su diccionario son potenciales terroristas!!!, ni hablar de medios televisivos informando( ? ) acerca de ciudadanos Tobas armados, Ja! NOS ATACAN!!!!. Tiempos de sentirse sudamérica, ya se probó pretender ser europeos, ya flameó la bandera con estrellitas en los noventa, la juventud está parlando, diferente quizás a los silenciados 40 años atrás, pero en busca de lo colectivo, no del sentido común.
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